La UIF, un eslabón central en la lucha contra el narcotráfico

CRONISTA

EDICIÓN IMPRESA COLUMNISTAS 11.01.16 | 00:00

Mauricio Macri acaba de anunciar que la lucha contra el narcotráfico será uno de los tres objetivos estratégicos de su gestión. Esto requerirá de una política integral en la cual la Unidad de Información Financiera (UIF) deberá ser un eslabón central.
Las fuertes presiones internacionales recibidas desde el 2010, principalmente por parte del GAFI, motivó la adopción de medidas las cuales reforzaron las facultades otorgadas a la UIF, excediendo en ciertos casos a las que en general poseen otros organismos foráneos de similar naturaleza.
Entre las más importantes se destacan las de análisis, regulación, supervisión, aplicación del régimen administrativo sancionador, auxiliar y querellante de la justicia, representación frente a los foros internacionales, etc.
Es innegable que las mismas fueron ejercidas activamente en los últimos años, poniendo así en funcionamiento un sistema integral de prevención el cual requirió de un gran esfuerzo del sector privado. Ahora bien, con independencia de las críticas que pudieran hacerse a ciertos criterios utilizados para esa implementación, creemos que es momento de trabajar en la efectividad de dicho sistema respetando los aspectos positivos de lo andado.
Para lograr esa efectividad bajo un esquema equilibrado, transparente, apolítico e independiente resulta oportuno establecer un plan de acción que incluya, entre otros, mecanismos de contralor a fin de fiscalizar su gestión dada las importantes facultades que ejerce y la cantidad de sectores de nuestra economía que regula (más de treinta). Por caso podríamos mencionar:
– Evaluar la formación de una Comisión Bicameral, otorgar mayor injerencia a la AGN, SIGEN y Oficina Anticorrupción, exigencia de reportes e informes con mayor alcance y periodicidad, implementación de un régimen de transparencia haciendo público ciertos criterios y procedimientos utilizados en el ejercicio de sus funciones, etc.
– Establecer mayores exigencias y requisitos para quien la conduzca aplicando estrictas pautas de idoneidad y experiencia. Sería quizás aconsejable que la persona seleccionada no posea una filiación partidaria activa con ningún espacio político en particular. El mismo debiera ser seleccionado por sus aptitudes personales y profesionales y tener el consenso de las principales fuerzas con representación parlamentaria, hasta incluso con un posible acuerdo del Senado.
– Implementar una serie de acciones para un mejor ejercicio de cada una de las facultades otorgadas a dicho organismo, en particular las de análisis, regulación, supervisión y sanción.
– Fortalecer la coordinación con los diferentes organismos de regulación y supervisión primaria hoy existentes (vg. BCRA, CNV, SSN, INAES, AFIP, IGJ) a fin de delegar ciertas acciones maximizando los recursos, aprovechando su expertise y evitando superposición de roles. Asimismo con el Ministerio Público Fiscal a fin de promover investigaciones en un ámbito jurisdiccional.
– Federalizar su acción realizando acuerdos con las provincias para poder implementar por ejemplo la constitución de oficinas de control patrimonial provinciales, el diseño de un plan nacional de concientización con un fuerte soporte del sistema educativo y contar con la asistencia de ciertas instituciones que puedan brindar información útil tal el caso de los registros públicos.
– En el plano internacional establecer a esta problemática como un eje central de la agenda negativa tanto en las relaciones bilaterales cuanto multilaterales logrando un reposicionamiento ante los foros internacionales más representativos en la materia.

En síntesis, debe generar un mejor ambiente de control en nuestro país que sea disuasivo aumentando el costo y el riesgo para las organizaciones delictivas instaladas o que pretendan instalarse en nuestra jurisdicción.
Hoy ya la UIF interviene y es querellante en causas judiciales cuyos imputados son organizaciones de alto riesgo. Es muy importante que su conducción tenga el temple y el respaldo político necesario acorde con el logro del objetivo estratégico planteado por el nuevo presidente.